“ (…) vi a mi excéntrica poetisa, la señorita Emily Dickinson, la cual no traspasa nunca la casa de su padre, y sólo me ve a mí y a unos pocos más. Ella dice que “siempre hay una cosa por la que estar agradecido, y es que uno sea uno mismo y no otro“, pero (mi esposa) Mary cree que esto está especialmente fuera de lugar en el caso de E.D. Ella apareció de blanco, trayendo una olorosa Dapne para mí y dijo sin aliento “¿Cuánto tiempo se va a quedar?”.Me temo que el otro comentario de Mary,"¿Pero por qué se te pegan tanto los locos?", todavía se sostiene. Os leeré algunos de sus poemas cuando vengáis.
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