30 de noviembre de 2011

Lonza




1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta es una hija melancólica de Chagall que prefería la estepa antes que los boulevards o el sol provenzal. Gustaba de jugar con antílopes y quimeras y equinografos, a los que esgrafiaba con garfiolas sobre tábulas rasas.